domingo, 25 de noviembre de 2012

El reinado de Isabel II

Isabel II en 1852, por Franz Xavier Winterhalter
La minoría de edad y el reinado efectivo de Isabel II (treinta y cinco años en total, una generación) constituye un período decisivo para la historia posterior de España.

En primer lugar, porque se establece definitivamente el régimen liberal, basado en una constitución con reconocimiento expreso de derechos ciudadanos, en un sistema parlamentario electivo, y por tanto, en la participación política de la población.

En segundo lugar, porque se consagra la inestabilidad política motivada por el enfrentamiento sin cuartel, tanto contra los sectores antiliberales (guerras carlistas), como contra las corrientes liberales rivales (pronunciamientos). En consecuencia, los militares adquieren un peso decisivo en el seno de cada partido.

Y en tercer lugar, porque a despecho de lo anterior, se avanza considerablemente en la construcción de un nuevo estado centralizado: nuevas leyes (Códigos), nueva administración pública (funcionarios, gobernadores...), nueva división territorial (las provincias).

Isabel II concluirá su reinado de modo violento con la revolución de 1868, y ella misma marchará al exilio. El estado, sin embargo, perdurará a través de nuevos y contradictorios sistema también liberales.
En este grabado de la revista satírica La Flaca (1869) se representa a Isabel II y a su hijo Alfonso en Francia, bajo la protección de Napoleón III. Éste, sin embargo, también tutela al joven pretendiente carlista.

Actividad 05
Aprovecho para recordar  la actividad que tenemos pendiente: Desarrollar el esquema del reinado que aparece en la segunda pantalla de la presentación.

Pérez Galdós retrató de forma magistral esta época en la continuación de los Episodios Nacionales, que puedes descargarte con el siguiente enlace (es preciso descomprimirlos):




Los comentarios de textos históricos

Hasta ahora hemos leído numerosos textos (los del documento Textos de Historia de España), sin preocuparnos de trabajarlos de un modo rígido. Pero ha llegado el momento de dedicarles un poco más de atención. Lo primero de todo es perderle el miedo (Lo entiendo, pero no sé que comentar: no, esta tarea no es un cementerio de textos histéricos).

Podemos utilizar el esquema general que nos propone el armonizador de las PAU:
  1. Clasificación del texto (naturaleza, destino, autor, circunstancias histórico-temporales…). En realidad, ¿por qué se redactó este texto, con qué finalidad? No es lo mismo un texto legal, un discurso, un artículo de periódico, o una carta personal.
  2. Análisis del contenido del texto y crítica del mismo, si procede. Consiste en detectar las ideas principales, qué quiere transmitir el autor; pero ¡no vuelvas a copiar el texto!
  3. Comentario o desarrollo del tema al que se refiere. Es la parte principal: para explicarnos a nosotros mismos el texto, debemos relacionarlo con los acontecimientos, fenómenos o personajes de su época; haremos continuas referencias a aquello que hemos estudiado.
     
Actividad 06
Comenta el texto 2 del tema 4:

Convenio de Vergara

Convenio celebrado entre el Capitán General de los Ejércitos Nacionales D. Baldomero Espartero y el Teniente General D. Rafael Maroto.

Art. 1. El Capitán General D. Baldomero Espartero recomendará con interés al gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a las Cortes la concesión o modificación de los fueros.

Art. 2. Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los generales, jefes y oficiales, y demás individuos dependientes del ejército de mando del Teniente General D. Rafael Maroto (...) quedando en libertad de continuar sirviendo y defendiendo la Constitución de 1837, el trono de Isabel II y la Regencia de su augusta Madre, o bien retirarse a sus casas los que no quieran seguir con las armas en la mano.

Art. 3. Los que adopten el primer caso (...) tendrán colocación en los cuerpos del ejército (...).

Art. 4. Los que prefieran retirarse a sus casas siendo generales y brigadieres obtendrán su cuartel para donde lo pidan con el sueldo que por reglamento les corresponda. (...).

Cuartel general de Vergara, a 31 de agosto de 1839
 

martes, 6 de noviembre de 2012

El origen de la Edad Contemporánea

Viniegra, Proclamación de la Constitución de 1812 en Cádiz

En este nuevo bloque vamos a estudiar el dificultoso tránsito del Antiguo al Nuevo Régimen en España.

Primera observación: El sujeto histórico que estudiamos, España, comienza a adquirir los perfiles que todavía hoy posee. Por un lado se van a perder casi todos los territorios de América, y por otro toma peso entre la sociedad la idea de pertenencia a una Nación (así, con mayúscula, lo escribían) que supera y predomina sobre las otras identidades que poseen sus habitantes: súbditos de un rey, habitantes de uno u otro de los viejos reinos medievales, hablantes de una u otra lengua. En resumen, culmina el proceso de identificación entre nación y estado, que había comenzado con la Edad Moderna.

Segunda observación: El paso al Nuevo Régimen político (el liberalismo) es en España autónomo (no impuesto por los ejércitos franceses, como en otras partes de Europa) y temprano (se inicia en 1810, con el reconocimiento de la soberanía nacional). Por eso se le puede llamar la Revolución Española. Pero además, es uno de los primeros países en que, tras la vuelta al absolutismo en 1814 y otra vez en 1823, se impone de forma definitiva el liberalismo (a partir de 1833). Este nuevo sistema político se mantendrá dominante en España durante casi un siglo, hasta la crisis general (afecta a todo el mundo) de principios del siglo XX.

Tercera observación: España cae profundamente a nivel internacional. Ha sido una gran potencia durante tres siglos, y ahora pasa a ser una potencia de segundo orden (en el mejor de los casos). Las causas son varias y relacionadas: la destructiva Guerra de la Independencia contra los franceses, la pérdida de los reinos americanos, los continuos pronunciamientos y golpes de estado desde el iniciático de marzo de 1808, y las diversas guerras civiles decimonónicas.

Gisbert, El fusilamiento de Torrijos
 
Para el estudio del tema es importante que no te limites a memorizar los apuntes: las explicaciones de clase, las presentaciones, y sobre todo los textos y documentos son tan importantes o más, ya que te ayudan a aprehender (que es más elegante y expresivo que aprender) datos, fenómenos, personajes, acontecimientos en sus relaciones a veces complejas.

La misma función tienen las obras de ficción que te adjuntaré en cada tema. No son estudios históricos, y por tanto hay que tener en cuenta la ideología y los propósitos que mueven al autor. Y a pesar de ello nos ayudan a reconstruir el pasado, a considerarlo como un tejido vital y no como una mera retahíla de datos necesarios para aprobar un examen.
El escritor canario Benito Pérez Galdós emprendió en 1872 la redacción de sus Episodios Nacionales, una excelente colección de novelas históricas que quieren reconstruir la historia de la España contemporánea desde la Batalla de Trafalgar (1805) hasta su tiempo. Naturalmente, son obras de ficción, y no de historia, aunque Galdós se documentó de forma exhaustiva. Como en la siguiente obra que proponemos, aunque de forma diferente, las ideas políticas del escritor se pueden percibir tras la narración. Para este tema nos interesan las dos primeras series, que giran en torno a dos protagonistas sucesivos, el joven Gabriel Araceli, ejemplo de ascenso social, y el más oscuro Salvador de Monsalud. El enlace para obtener el archivo comprimido es el siguiente:

Periodista, novelista y político, Pedro Antonio de Alarcón escribió la colección de cuentos Historietas Nacionales con un objetivo de tipo nacionalista parecido al de Galdós, aunque veinte años antes. Sin embargo el resultado es muy distinto: son narraciones breves, que confían sobre todo en atrapar la atención del lector y conducirle rápidamente hacia un final que le sorprenda. Abunda el recurso al humorismo y a lo sentimental, y resultan muy amenas. En cuanto a los temas, están los relacionados con la guerra de la Independencia (los más), historias de bandoleros, de las guerras carlistas (que corresponden al próximo tema)... En todas ellas (como en muchas películas actuales) se sabe en seguida quienes son los buenos y quienes los malos. Éste es el enlace de descarga:

domingo, 4 de noviembre de 2012

Tras el control

Hemos alcanzado el umbral de la Edad Contemporánea, y antes de engolfarnos en ella hasta fin de curso, vamos a realizar esta Actividad 04, casi como si fuera un divertimento.

Lee atentamente el siguiente artículo del profesor Fatás. Su intención política está clara, tanto en el título como en los cuatro últimos párrafos. Independientemente de si estamos de acuerdo o no (volveremos a ello cuando tratemos de la formación del nacionalismo español y de los nacionalismo periféricos), nos interesa la colección de “perlas” que ha recogido. Son (si no las he contado mal) veinte citas entrecomilladas. Para facilitar su localización, las he destacado en cursiva.

El objetivo de la actividad es explicar de cada una de ellas el error o errores que contiene, y proporcionar una redacción alternativa. Para buscar información en los Apuntes de la materia puede ser útil utilizar el buscador interno de Adobe Acrobat Reader.

Naturalmente, debes remitir la actividad por correo electrónico a lo largo de esta semana.








CAROLINGIOS ASIMÉTRICOS
Guillermo Fatás
Heraldo de Aragón, domingo 4 de noviembre de 2012, p. 26

Un mal examen de selectividad de septiembre pasado dice de Isabel la Católica que «sometió a los cristianos a ser bautizados». La reina se hubiera asombrado. Pero, con el genio que gastaba, no sabemos qué diría si se viera rezar un credo macarrónico («visíbilum hóminum et invisíbilum», «filium Dei ungénitum»), con cuatro faltas en siete palabras, o tratar de “eminencia” a un obispo en la serie emitida por TVE, y eso que no es de lo peor.

Otro examen asegura que Carlos I «poseía muchísimos terrenos en toda europa: los terrenos del Sacro Imperio, países vajos [sic], unos terrenos en Francia mas la actual España y sus Antiguas posesiones en ultramar». Se ve que el emperador fue grandísimo burgués, pues, como dice un tercero, «los señoríos eran privilegios que tenían la gente de la alta burguesía». Cosas del «Antiguo Régimen, institución medieval un poco moderna para la época», según aclara un cuarto.


Mendizábal fue «un político militar que al igual del resto de los políticos militares quería concentrar el poder político y el poder militar para conseguir más triunfos y menos derrotas». Para otro estudiante (?), «en 1836 se produjo la desamortización de Mendizábal, es decir que sus propiedades y tierras se le expropiaron y se pusieron a la sociedad pública». Otro más escribe, con gran verdad, cómo, «a la muerte de Alfonso XII su hijo Alfonso XIII era demasiado joven para reinar»; en efecto, un feto es poco apto para ese menester, ni siquiera en la Restauración, con su turno de «dos partidos, uno comunista y otro liberal» y cuya Constitución de 1876 creó «el Estado bicameral, que tenía 3 cámaras».


También el siglo XX ofrece novedades asombrosas en estos exámenes. Así, la Inquisición, «una persona en la cual pertenecía el poder de judgar [sic], no termino hasta que no finalizo el franquismo» y ‒dice otro‒ «desapareció con el tiempo creandose unas leyes juridicas». El franquismo empezó cuando Primo de Rivera «nombró a Franco como jefe del Estado». Debe aclararse que era la época de «la Alemania nazi de Hidlet». Y, acaso con más verdad de la que sospecha, otro escolar asegura que «el 20 de noviembre Franco firmó su último parte de guerra y la Guerra Civil concluyó».


Estos (des)conocimientos de historia no son exclusivos de malos estudiantes de bachillerato, como muestran dos casos, comercial y político, de nacionalismo catalán.


El comercial es que por 800 euros (tarifa VIP), enseñan el “Imperio Catalán”, de forma que el cliente de esa empresa, sin salir de Barcelona, verá que en el Medievo nació no la “Corona Reial d'Aragó”, como la llamaban los catalanes, sino «la concepción de la nación catalana como una unidad territorial y lingüística, entre países hermanos y de igual a igual, que reúne el Principado de Andorra, el Principado de Cataluña (con la Cataluña Norte actualmente bajo el Estado francés), el País Valenciano y las Islas Baleares». Y sigue: «Sólo la constante voluntad de aniquilar la memoria histórica catalana por los españoles explica la tergiversación de la nacionalidad de Colón haciendo creer que era genovés» este «marinero catalán, miembro de la realeza catalana». La visita incluye las «Tarazanas» [sic] reales de Barcelona.


El ejemplo político es que retorna una idea campanuda que Jordi Pujol proclamó en Aquisgrán (1985) y repitió en Fráncfort (2007), sin variar una letra: la nación catalana nace hace mil doscientos años, «com una marca fronterera de l'Imperi de Carlemany. Nosaltres formàvem la marca Hispànica, l'avançada d'Europa cap al sud (…) Catalunya és l'únic poble d'Espanya que neix lligat a Europa».
 

Pero, si se trata de carolingios, que ya es mirar atrás, Aragón también participa de esa genética tan exclusiva y europea. Aunque Pujol lo ignore, Carlomagno ya visitó Zaragoza en el año 778. Y Aureolo (o sea, Oriol), el conde franco de Aragón en el 802, vino del Périgord. Si era menos carolingio que el de Barcelona, ¿será un raro caso de “carolingio asimétrico”?