domingo, 5 de mayo de 2013

El Franquismo y la Transición

Godofredo Ortega Muñoz, Castaños, 1969
El fracaso del sistema liberal (en el siglo XIX, en el reinado de Alfonso XIII, en la II República), continuamente atacado con intentonas revolucionarias, pronunciamientos militares, y con su misma corrupción interna, concluyó en el establecimiento de la prolongada dictadura del general Franco. Si en 1936 quedaba una mera democracia formal, pronta a desvanecerse, pasarán cuarenta años antes de que vuelvan a implantarse las bases de un sistema democrático.

El franquismo fue una dictadura militar de carácter personal, porque desde septiembre de 1936 el ejército y el propio régimen reconoció en la persona del dictador (aunque no lo denominara así) la fuente de toda autoridad, y el origen de todo poder. Su aparición durante la guerra civil, cuando la división de la sociedad española era más profunda, hizo que su base de apoyo estuviese constituida por diversas y opuestas corrientes ideológicas (falangismo, carlismo, y neta reacción). Sólo les unía el rechazo hacia el otro bando: eran profundamente anticomunistas, antiliberales y antiautonomistas. Lejos de ser un inconveniente, lo contradictorio de sus planteamientos resultó una ventaja para Franco, que estableció un curioso sistema de contrapesos entre ellos.

El Franquismo manifestaba así su oportunismo perpetuo, y se revestió de los más variados ropajes en función "de los vientos que corren": de una etapa plenamente totalitaria de sintonía nazifascista, pasará a un conservadurismo de talante pronorteamericano; de un estatalismo económico, a una liberalización económica; de un nacionalsindicalismo absorbente, a una laxa democracia orgánica. Lo único que se mantendrá constante es el dominio total del dictador, responsable último y único de todos estos avatares.

La oposición al franquismo tuvo un carácter diverso y cambiante. Aunque se mantuvo un gobierno de la República en el exilio (en los últimos años, presidido por el prestigioso historiador Claudio Sánchez Albornoz), la única fuerza política que llevó a cabo una acción considerable y persistente en este sentido (al precio de una dura represión) fue el Partido Comunista. Sin embargo sus tácticas y planteamientos cambiaron no menos que el propio franquismo: del estalinismo más acérrimo pasó a la aceptación de la democracia; de promover la invasión militar y el combate guerrillero, pasó a la infiltración (más exitosa) en la sociedad y en las propias instituciones del régimen.

La apertura del régimen en sus últimos años, generada por sus tardíos pero considerables éxitos económicos y sociales, propiciará la aparición de nuevas corrientes de oposición, tanto democráticas como totalitarias, en sintonía con la época. Y en este sentido será decisiva la latente división de los propios cuadros del franquismo entre aperturistas e inmovilistas. La posterior transición a la democracia, cuando muera el dictador, será consecuencia de este nuevo paisaje, muestra de una sociedad profundamente transformada a lo largo de los últimos años.

El Franquismo.

La Transición

Para las PAU corresponde preparar:

Tema 7: El Franquismo.

Texto: Ley de Responsabilidades Políticas [1939].
«Art. 1.° Se declara la responsabilidad política de las personas, tanto jurídicas como físicas que desde 1.° de octubre de 1934 y antes de 18 de julio de 1936, contribuyeron a crear o a agravar la subversión de todo orden de que se hizo víctima a España y de aquellas otras que, a partir de la segunda de dichas fechas, se hayan opuesto o se opongan al Movimiento Nacional con actos concretos o con pasividad grave.
Art. 2.° Como consecuencia de la anterior declaración [...] quedan fuera de la ley todos los partidos y agrupaciones políticas y sociales que, desde la convocatoria de las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936, han integrado el llamado Frente Popular, así como los partidos y agrupaciones aliados y adheridos a éste por el solo hecho de serlo, las organizaciones separatistas y todas aquellas que se hayan opuesto al Triunfo del Movimiento Nacional [...].
Art. 3.° Los partidos, agrupaciones y organizaciones declaradas fuera de la ley, sufrirán la pérdida absoluta de sus derechos de toda clase y la pérdida total de sus bienes. Estos pasarán íntegramente a ser propiedad del Estado [...].» 
Boletín Oficial del Estado, 13 de febrero de 1939.Reproducido en José Hernández y otros,
Historia de España. 2.º Bachillerato. Fuentes documentales, Madrid, Akal, 2004, p. 132.

Texto: La declaración del Congreso de Munich del Movimiento Europeo [1962].
«El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich los días 7 y 8 de junio e 1962, estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que significa en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, lo siguiente:
1. La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el Gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
2. La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
3. El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
4. El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa por los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de huelga.
5. La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el reconocimiento de los derechos de la oposición.
El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las anteriores bases permitirá la incorporación de España a Europa […].»
Resolución aprobada por los 118 delegados españoles y remitida al Congreso Europeo
(S. de Madariaga, España, Madrid, 1978, pp. 542-543). Reproducido en J. A. Hernández y otros,
Historia de España. 2.º Bachillerato. Fuentes documentales, Madrid, Akal, 2004, pp. 139-140.

Para saber más

Incluyo unos cuantos chistes, caricaturas e ilustraciones, publicados en los más diferentes medios, que hacen referencia a las cuestiones que estudiaremos en el tema. Pueden ser muy útiles para reforzar lo aprendido, pero han de tenerse en cuenta los diferentes planteamientos de cada uno de ellos (a favor, en contra, dentro o fuera de España...).

La etapa totalitaria
Ilustración de Cozzi para la portada de la revista infantil Pelayos del 2 de octubre de 1938

Ilustración de Aróztegui para la portada de la revista Flechas y Pelayos, del 20 de noviembre de 1939


David Low, publicado en el Evening Standard el 2 de mayo de 1940

New York Times, 15 de diciembre de 1940

Ilustración para el libro War in Europa (1941)

Herblock, en el Washington News, del 20 de marzo de 1941

Aróztegui, portada de Flechas y Pelayos del 30 de noviembre de 1941

El aislamiento
David Low en Evening Standard, 4 de enero de 1946

Illingworth, 2 de junio de 1947

"All are gone, the old familiar fasces." Herblock en The Washington Post (1952)

Alineamiento con Occidente
David Low en Daily Herald, 20 de julio de 1951

Franco vestido de soldado norteamericano. Cummings, en Daily Express, 17 de enero de 1955

El Desarrollismo
El éxodo rural. Mingote en ABC (1966)
La emigración. Chumy Chúmez en Madrid, 27 de septiembre de 1971

Mingote en ABC, junio de 1967

La apertura y sus límites
Mingote en ABC, 13 de junio de 1972

Chumy Chúmez el el diario Madrid, 10 de octubre de 1968

Chumy Chúmez el el diario Madrid, 3 de abril de 1971

Sobre las elecciones del tercio familiar. Mingote en ABC (1971)

Oposición e inmovilistas
Chumy Chumez en Hermano Lobo, 5 de octubre de 1972

Mingote en ABC, 31 de diciembre de 1972

Mingote en ABC,1974
El final: dos posibilidades
Stanley Franklin en The Sun, 25 de noviembre de 1975

Perich en La Vanguardia, 26 de noviembre de 1975

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